Terapias – Terapia de sonido
Se basa en el principio de resonancia.
Todo ser en el Universo emite un sonido, es decir emite una vibración.
Una vibración armónica significa salud y equilibrio.
La terapia de sonido consiste en interactuar con sonidos de elevada y armoniosa vibración, sobre personas, o bien seres animales, vegetales, incluso espacios. Con el objetivo de elevar su vibración, y por tanto devolverles un estado más saludable de vida.
El efecto de la resonancia se potencia con la intención que aplica el terapeuta, para enfocar el sonido allá donde sea necesario, y producir como resultado la sanación y mejora en el receptor.
Es aplicable para ayudar en problemas del cuerpo, como aliviar dolores, acelerar procesos de recuperación de enfermedades, etc.
Y especialmente actúa a nivel anímico y espiritual.
Facilita estados de profunda relajación, llevando la mente a una calma profunda, que permite estados naturales de meditación y reencuentro con el propio ser individual.
El instrumento más importante que utilizamos en Terapia de sonido, es la voz, especialmente a través del Canto de Armónicos.
Cuando entontamos armónicos, y cuando los escuchamos en una sesión, es imposible mantener pensamientos dispersos. La mente se enfoca al 100% en la intención propuesta y, simultáneamente, se abre a conexiones sutiles, intuiciones. Se desbloquean los cuerpos energéticos y se relaja el cuerpo físico, se incrementa la circulación de energía por los meridianos energéticos. Además con su belleza nos alimenta el alma.
… Además de la voz, y a veces acompañándola, utilizamos algunos instrumentos, como son:
- El tambor chamánico, de la tradición nativa americana.
- Gong.
- Campanas tubulares.
- Cuencos cantores tibetanos.
Todos ellos tanto en sesiones individuales como en baños de sonido grupales. En algunos casos concretos, instrumentos de percusión como darbuka, djembes, tambor oceánico…
Para disponer de un espacio idóneo para las terapias de sonido, construimos en Diafanum un domo geodésico, geometría sagrada al servicio de la voz y la sanación. En él, la resonancia de los armónicos se amplifica tal como ocurre en las bóvedas de espacios sagrados, como las catedrales. Los efectos beneficiosos de la sesión de sonido se multiplican sin límite.
IMPARTIDO POR: Román García Lampaya