Testimonios – Encuentro de Armónicos
VIII Encuentro de Armónicos 2014
Hola familia, Quiero deciros: Ya había estado alguna vez en Diafanum, pero es la primera vez que asistía a un encuentro de cantos armónicos. No hay palabras para describir lo que he sentido, lo que he disfrutado, lo que me habéis aportado. Me he sentido transportada a otro espacio donde reina la bondad, el amor de corazones abiertos, la generosidad y el brillo de tantos seres maravillosos allí reunidos, ha sido como un sueño. Gracias por compartir, por que allí he reído, soñado, relajado y expresado, sanado y reconocido partes de mí que aún estaban resurgiendo, también por ayudarme a ver cuánto me queda para estar presente. Ha sido una experiencia maravillosa. Gracias a todos por ser como sois, por haber llenado de magia mi alma. Sois increíbles. Gracias Román, y a todos los que con vuestros talleres organizados o improvisados nos habéis dado lo mejor de vosotros y hecho felices.
Mª Ángeles DíazDespués de una de las semanas más intensas de mi vida, por fin pude dormir en mi cama. ¡Qué placer! El despertar, sin embargo, fue algo agridulce. Mi cuerpo lo agradecía, pero mi mente seguía reclamando esa emoción, ese estado de felicidad constante que experimentaba en los bosques mágicos de Gredos. Me he vuelto a dormir y me he adentrado en uno de esos sueños que parecen tan reales, que mientras duran estás convencido de que realmente están pasando. Estaba con mi familia en la orilla del mar y, de repente, empezaron a aparecer delfines, muchos delfines, un centenar de delfines. Me acordé de un día que mi hija me comentó que jamás había visto delfines libres, jugando en el mar y me emocioné al verla a ella, con esa carita y esa sonrisa, con esa manera tan pura de sentir y de mostrar sus emociones. Su hermano, que estaba a su lado, la abrazó y juntos disfrutaron de ese espectáculo tan maravilloso que estaba sucediendo ante nuestros ojos. Yo le di la mano a Diana y observamos, conmovidos los dos, a nuestros hijos, llenos de gozo y de felicidad. El segundo despertar fue muy distinto. Sentí esa sensación tan reconfortante que me ha acompañado durante todo el Encuentro y en seguida me di cuenta de que los delfines erais vosotros, que habíais venido a acompañarme con vuestra presencia, a recordarme que éramos una familia dentro de una familia, una familia de “delfiafanitos” que nos mimó, que nos arropó, que nos hizo emocionar, que nos hizo caer en cuenta de que somos una familia preciosa y muy unida. Ahora, todavía desnudo, sin haberme lavado la cara y delante del ordenador escribiendo estas palabras que me están saliendo del corazón, lo único que se me ocurre es daros las gracias a todos y a cada uno de vosotros, seres mágicos con la capacidad de entrar en mis sueños en forma de delfín, para acompañarme una vez más y hacerme saber que siempre estáis aquí, a nuestro lado. Ahora sé que el sueño ha pasado realmente. Gracias por habernos hecho sentir tan amados.
Quim RocaBueno, así , de sencilllo, este año quiero dar las gracias sin mucha parafernalia porque mi Gran Familia me ha visto crecer año por año, y además, para mí, Diafanum ha sido un “punto de referencia” de ver como andan las energías de la Tierra, o al menos de España… y entre ello, mi gran evolución. Ya me lo decían las hermanas y yo aún no lo creía, pero es que este año he podido miraros a todos con otros ojos y desde otra perspectiva, de lo cual estoy tremendamente agradecida. Y de ser una familia que en los primeros años volaba tanto que luego no había quien bajara, jajaja… Siento que este año, y ya desde el pasado, ha tomado mucha tierra, que nos podemos mirar con otra sencillez, sin tantas películas, y desde mí, desde todas las mías, este año he aprendido a mantenerme en mi sitio bastante y a observar mucho más, viendo los roles que desarrollamos cada uno, y ha sido divertidísimo, gracias a todos, de verdad, y he aprendido algo que para mí no tiene precio: no aceptar todo lo que me cuentan y quedarme con el granito de arena que cada hermano y hermana me aporta, y después de ese granito del que estoy inmensamente agradecida, el resto es proyección de cada uno; esos dos puntos; el de humildad y el de soberbia, son los que nos ayudan a mantenernos en nuestra autoreferencia, y yo, por fin, he recuperado la soberbia que no sé que vida perdí. Gracias, gracias, gracias. Gracias a los que vibran conmigo, porque me apoyan, (Gracias Miri por venir a verme), gracias a los que vuelan alto porque me elevan, gracias Rocío y Víctor por ese concierto que terminó de abrir mi corazón en un Amor suave y cálido lleno de recuerdos que asentaron dentro todos estos años. Gracias a quienes charlaron en cada momento conmigo porque pude tomar lo que servía y desde el silencio soltar lo que para mí no era… Gracias a los “Reencuentros” Gracias a todos los que asistísteis a mis talleres porque siento que el enclave principal de la tierra para su evolución, está entre el equilibrio del anclaje al cielo y el equilibrio entre el masculino y femenino dentro y fuera de cada uno de nosotros, y ha sido todo un reto tener que usar toda mi energía de guerrera para colocar la parte masculina de los hombres maravillosos que habéis venido y ser capaz de bajar después hasta lo más sútil de mí para entrar en mi corazón. Gracias por esas miradas con lágrimas de felicidad de todos y cada uno al terminar el último día, me llenásteis el corazón al 200% Gracias a las hermanas que me hicieron conectar con mi corazón, porque aunque aún parezca desde fuera, dentro ya no hay carencia y el reclamo se acabó. Gracias a los hombres que se me cruzaron porque me pude acercar desde mí, sin ser la bailarina, ni la saltarina… solo desde Carol, y gracias a las nuevas pruebas y juegos en los que esta vez no entré. Gracias a las mujeres sabias en las que me he podido mirar con tanto Amor. Gracias Pililli por tu gran punto de Tierra y Humor absoluto y por haberme hecho pasar hasta una vergüenza deliciosa con tus letras que me Aman. Gracias Cacao, porque el corazón pegó fuerte, limpió y disfrutó… Gracias a todos porque ya no me siento en una pompa de jabón, sino en una familia en la que soy capaz de ver cada virtud, cada anhelo, cada belleza, cada trabajo que queda… y todos, conformamos la Vida de este pueblo de bosque…. Y podría seguir… pero el sueño llama… GRACIAS…
Carolina Rodríguez